FIFPRO y el sindicato francés de futbolistas UNFP celebran la sentencia dictada por el tribunal laboral de Angouleme a favor de Samantha Johnson contra su anterior empleador, ASJ Soyaux, en la que se dictamina que el club francés no respetó todas las formalidades legales con la futbolista y que puso fin a la relación laboral sin causa justificada.
ASJ Soyaux y Johnson, jugadora estadounidense que anteriormente militó en el Chicago Red Stars, el Utah Royals y el Melbourne City, entre otros, firmaron el 1 de julio de 2021 un contrato de trabajo por una temporada, junto con una carta complementaria por la que se concedían diversas primas a la futbolista. El 20 de septiembre de 2021 las partes firmaron un acuerdo de rescisión mutua.
Con el apoyo de FIFPRO y la UNFP, Johnson llevó el asunto ante los tribunales laborales franceses. El tribunal laboral recalificó el contrato como indefinido, dado que el club no respetó todas las formalidades legales. El club tenía la obligación legal de entregar una copia del contrato de duración determinada a la empleada en los dos días siguientes a su contratación, pero sólo lo hizo 15 días después, lo que provocó que el contrato se considerara indefinido. Por lo tanto, se concedió un mes más de salario como indemnización a la jugadora.
Además, dicha recalificación también afectó al acuerdo de rescisión mutua, ya que el régimen jurídico aplicable en el que se basó el club era erróneo y, como tal, el tribunal decidió que el club rescindió la relación laboral sin causa.
El tribunal consideró que la intención del club de pagar a la futbolista mediante un acuerdo paralelo constituía trabajo no declarado, ya que el objetivo era evitar tener que declarar a Hacienda todas las cargas sociales y fiscales relacionadas con el empleo de la jugadora. Al ser el trabajo no declarado una infracción grave, la futbolista tenía derecho a una indemnización adicional.
El tribunal también consideró que el club ejecutó el contrato de trabajo de forma desleal. Tenía la obligación de buena fe para con una jugadora extranjera de ayudarla a tiempo a iniciar todos los trámites administrativos para recibirla en Francia. Lo mismo ocurrió con la presentación tardía del contrato por parte del club a la Federación Francesa de Fútbol, lo que hizo que la jugadora se perdiera varios partidos. El club también alineó a la futbolista sin someterla a todos los controles médicos obligatorios.
El director jurídico de FIFPRO, Roy Vermeer, señaló: "Esta decisión es importante en primer lugar porque la Sra. Johnson finalmente obtuvo justicia después de pasar por una experiencia complicada con su empleador, pero también porque recuerda a los clubes de fútbol que la legislación laboral sí se aplica a su relación laboral con las jugadoras".
Por su parte, Johnson aseguró: "Llegué a Francia en 2021 con las mayores esperanzas de jugar en una liga que es histórica. Desgraciadamente no terminó como yo esperaba. Espero que mi caso sirva de ejemplo de que los clubes no están exentos de cumplir la legislación laboral, al tiempo que destaco a otras futbolistas la importancia de los sindicatos de jugadores, especialmente en lo que respecta al asesoramiento y la representación legal".