- Un año después de la Copa Mundial Femenina, la centrocampista zambiana reflexiona sobre la mejora de los premios en metálico y de las condiciones para las futbolistas
- En ediciones anteriores del torneo, existía una brecha entre lo que experimentaban los protagonistas de la Copa Mundial masculina y la femenina, y la forma en que la FIFA apoyaba a las asociaciones miembro participantes.
- Aunque se han hecho progresos, FIFPRO pide igualdad de premios y condiciones en la Copa Mundial Femenina de 2027.
La centrocampista Comfort Selemani, que debutó con la selección absoluta apenas un mes antes de la Copa Mundial Femenina, no esperaba formar parte de la lista definitiva de 23 convocadas por Zambia para Australia y Nueva Zelanda 2023.
Pero cuando la joven de 19 años marcó el gol de la victoria en el último partido de despedida de su país, contra Tanzania en Lusaka, la capital zambiana, quedó claro que estaba llamando a la puerta.
Cuando la mediocampista ofensiva Grace Chanda fue descartada por enfermedad previo a su debut contra Japón, Selemani la sustituyó a última hora, heredando el dorsal número 10.
De Kitwe a Kabwe, de Choma a Chipata, el país se preparaba para su primera Copa Mundial de la FIFA absoluta.
"Significó mucho para Zambia clasificarse para la Copa Mundial por primera vez y significó mucho para nosotras como futbolistas", reflexiona Selemani, hablando con FIFPRO un año después del torneo.
"Como estaba a la espera, no creía que me iban a llamar. Pero estaba entrenando muy duro. Me hizo mucha ilusión cuando por fin me llamaron para formar parte del equipo que fue al Mundial."
Si bien el debut en la Copa Mundial fue histórico para Zambia, Australia y Nueva Zelanda 2023 también marcó un hito para todos los jugadores que compitieron, con mejoras significativas en el dinero de los premios y en las condiciones.
En ediciones anteriores del torneo, existía una brecha entre lo que experimentaban los jugadores participantes en la Copa Mundial masculina y en la Copa Mundial femenina, y la forma en que la FIFA apoyaba a las asociaciones miembro participantes.
En octubre de 2022, FIFPRO, sus sindicatos afiliados y más de 150 jugadoras de 25 selecciones nacionales -en lo que constituyó la mayor acción colectiva jamás emprendida por jugadoras de fútbol femenino- enviaron una carta al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en la que pedían:
- Un marco igual de normas y condiciones para las Copas Mundiales masculina y femenina, incluida la igualdad de premios en metálico para las Copas Mundiales absolutas.
- Una garantía global de al menos el 30% de los premios en metálico para las jugadoras que compitan en la Copa Mundial Femenina de la FIFA.
- Un convenio colectivo global vinculante entre la FIFA y los jugadores que consagre estos compromisos.
En junio de 2023, la FIFA confirmó una compensación garantizada para todos los jugadores seleccionados para la competición y condiciones idénticas a las ofrecidas a los equipos en la Copa Mundial masculina de Qatar 2022.
A cada jugadora de la Copa Mundial Femenina se le asignó una financiación basada en el rendimiento, de modo que cada una de ellas ganó al menos 30.000 USD, y las del equipo campeón recibieron 270.000 USD cada una.
Selemani describe el premio en metálico como "un cambio de vida" para las jugadoras de Zambia. "Nos enteramos del aumento del premio en metálico cuando los directivos nos contaron en un campamento previo al torneo".
"El dinero me cambió la vida. Me permitió construir una casa para mi familia y renovar otra que estaba incompleta. También conseguí comprarme un coche porque, como jugadoras en Zambia, a veces tenemos dificultades cuando se trata de transporte".
Mejora de las condiciones de las futbolistas
Las condiciones y los niveles de servicio ofrecidos a las jugadoras en Australia y Nueva Zelanda eran idénticos a los de la Copa Mundial masculina de Qatar.
Esto significaba procesos idénticos para la clase de viajes internacionales, el nivel de viajes nacionales durante la competición, la aplicación de los conceptos de campamento base del equipo y el nivel de alojamiento.
"Normalmente, en las competiciones internacionales, el equipo zambiano tiene que compartir habitación, pero en la Copa Mundial cada una tenía la suya", explicó Selemani. "También pudimos viajar juntas como un solo equipo; a menudo, en otras competiciones tenemos que viajar en grupos diferentes".
"Las condiciones marcaron una gran diferencia para nosotros y fue estupendo experimentar instalaciones de alto nivel, especialmente las médicas".
Este compromiso de la FIFA hacia un camino hacia la igualdad es algo en lo que basarse para la Copa Mundial Femenina de 2027 en Brasil.
"Es muy importante que en el próximo Mundial haya igualdad de condiciones y de premios en metálico", dice Selemani. "El fútbol femenino nunca ha estado tan bien considerado como ahora. Lo que reciben los jugadores internacionales masculinos por jugar en los torneos debería ser ahora igual a lo que reciben las jugadoras femeninas, porque todos tenemos las mismas responsabilidades. Es importante que haya un equilibrio".