Professional Footballers Australia celebra su 30º aniversario. Kathryn Gill, codirectora ejecutiva y antigua jugadora de la selección nacional, que también forma parte del Comité Ejecutivo de FIFPRO, habla de la historia del sindicato, de su situación actual y sus principales retos.
Historia
En abril de 1993, varios jugadores nacionales australianos se reunieron con el abogado Brendan Schwab para hablar de la mejora de las condiciones de los futbolistas profesionales en Australia. "Esto llevó a la creación de nuestra organización, que entonces se llamaba Asociación Australiana de Futbolistas", explicó Gill a FIFPRO.
Los objetivos clave de la nueva organización eran apoyar a los jugadores y desarrollar el deporte, y el sindicato sigue actuando en consecuencia. "Somos los participantes más antiguos del fútbol australiano. PFA ha sido la única constante para los y las futbolistas. Y seguiremos estando ahí".
"Siempre nos hemos enorgullecido de ir por delante de las reformas, de ser una organización bien informada y de garantizar que el sustento de los jugadores como profesionales sea la parte central de todo lo que hacemos".
"En el fondo, somos una organización industrial centrada en la reforma laboral y, con ello, un recordatorio constante a otras partes interesadas del fútbol de que los futbolistas son uno de los actores más importantes del sector, si no el que más. Nuestro trabajo consiste en pedirles cuentas y exigirles más, para hacer avanzar el juego. Los jugadores siempre han pensado en lo mejor para el deporte".
Gill utiliza la creación de la A-League en 2004 para ilustrar el papel de PFA. La anterior liga, la NSL, desapareció y PFA asumió un papel protagonista en la reforma. "PFA invirtió el dinero de los jugadores para llevar a cabo una investigación exhaustiva con el fin de comprender los elementos fundamentales que necesitaría una nueva liga para prosperar". El documento se tituló “For the Fans” (Para los aficionados).
Gill destacó el papel de Schwab, que asumió diversos cargos dentro de la organización, incluidos los de director general y presidente, y también formó parte del Comité Ejecutivo mundial de FIFPRO y fue presidente de la División Asia de FIFPRO.
"PFA no estaría aquí sin Brendan", afirmó Gill. "Junto con los jugadores, fue el arquitecto de lo que la organización debía representar y defender. Brendan siempre iba dos pasos por delante y comprendía el poder de la solidaridad. Un ejemplo de ello fue su previsión para reunir a los principales sindicatos deportivos australianos mediante la creación de la Australian Athletes Alliance para permitir un intercambio de conocimientos sobre la defensa de políticas, algo que siguió haciendo en la Asociación Mundial de Jugadores".
Principales logros
PFA desempeñó un papel esencial en el cambio del panorama futbolístico en Australia, incluida la creación de un contrato estándar para los jugadores, la abolición del sistema nacional de traspasos, los convenios colectivos para jugadores masculinos y femeninos, y el establecimiento de un programa de desarrollo de jugadores.
Gill destaca tres logros fundamentales:
- La importancia que PFA siempre ha dado a la diversidad y la igualdad: "Fuimos la primera organización en establecer un código de igualdad de oportunidades, lo que supuso un paso progresista en su momento. Nuestro anterior presidente (y antiguo miembro del Comité Ejecutivo de FIFPRO) Francis Awaritefe lideró esta reforma".
- Convenios colectivos concertados para las selecciones nacionales: "El acuerdo de igualdad salarial para los miembros de nuestras selecciones nacionales, especialmente para las Matildas, se adelantó a su tiempo. Es un placer ver que este impulso ha continuado a nivel mundial, con otras selecciones nacionales y sindicatos que se inspiran en la estructura que pusimos en marcha para lograr el mismo objetivo".
- El nombramiento de Gill y Busch en 2020 como codirectores ejecutivos. "Beau y yo tenemos cualidades diferentes pero complementarias. Ambos lideramos valores y nos apasiona lo que hacemos. Y lo que es más importante, tenemos credibilidad y confianza entre los jugadores, que es lo que uno necesita como dirigente sindical. Es difícil seguir haciendo tu trabajo cuando no hay una vinculación con los afiliados. Compartimos la responsabilidad entre los grupos de jugadores. Somos muy conscientes de la importancia de ser visibles para nuestros miembros masculinos y femeninos. Ambos hablamos cuando salimos y nos presentamos a los jugadores. Yo hablo de temas de fútbol masculino y Beau de temas femeninos. No queremos que nos vean como que Beau representa a los jugadores masculinos y yo a las jugadoras femeninas".
Retos
PFA cuenta con unos 700 miembros, repartidos casi a partes iguales entre jugadores y jugadoras. Una buena parte de los jugadores tienen contrato con un club extranjero, por lo que PFA cuenta con una persona que se ocupa de ellos y los mantiene al día sobre los asuntos relacionados con la afiliación.
En Australia, sin embargo, el fútbol no es el deporte más popular, sino el Australian Rules Football (conocido como fútbol australiano). "Controla todos los dólares comerciales y el tiempo de emisión". El rugby y el críquet también son muy populares, lo que aumenta el desafío para el fútbol y, por tanto, para el sindicato. "El fútbol lucha y se pelea por los dólares comerciales y la relevancia. Tenemos que trabajar duro para ser relevantes".
Como los recursos son limitados, el sindicato de futbolistas quiere participar en el proceso de toma de decisiones. "El fútbol no puede permitirse el lujo de seguir tomando malas decisiones. Queremos lo mejor para los y las futbolistas, así que tenemos que utilizar toda nuestra influencia para guiar a la gente a tomar las decisiones que consideramos mejores para el deporte".
Gill se refiere al ejemplo de la liga femenina: la A-League Women. "Durante mucho tiempo, la federación (FA) dirigió la competición con recursos limitados. No había preocupación por las jugadoras, ni remuneración, y las condiciones de trabajo eran malas. Como resultado, perdíamos talentos porque física y económicamente no podían permitirse participar en la competición".
"Nos preguntamos qué entorno había que crear para garantizar la producción de jugadoras de talento que puedan representar a nuestra selección nacional, o tener carreras significativas en nuestra competición nacional".
"Llevamos a las jugadoras y a la liga de viaje. Ellas indicaron que necesitaban un salario mínimo, que la liga fuera visible y una competición equilibrada para garantizar que las futbolistas tuvieran suficientes minutos de partido para seguir desarrollándose".
El planteamiento de PFA fue utilizar la voz de las jugadoras para hacer avanzar el juego y funcionó: "Los salarios mínimos han seguido creciendo, las condiciones han seguido mejorando y la amplitud de la competición ha seguido desarrollándose, lo cual es un resultado fantástico".
"Es un gran ejemplo de futbolistas que aportan soluciones".
