Las autoridades públicas y los dirigentes del fútbol tienen la responsabilidad de proteger la seguridad y el bienestar de los futbolistas en su lugar de trabajo. Anticipamos las medidas más enérgicas posibles para hacer frente a la violencia ejercida ayer por los hinchas del Trabzonspor.
Los agresores que lanzaron objetos a los jugadores y entraron en el terreno de juego para enfrentarse al equipo contrario deben responder de sus actos para subrayar que la violencia no es aceptable en ningún ámbito del fútbol profesional.
El lanzamiento constante de proyectiles y el encendido de bengalas durante el partido también exigen que se evalúe si el encuentro debería haberse suspendido antes de que las agresiones se intensificaran tras el pitido final.
Los sucesos de ayer y el ataque de la semana pasada contra el jugador italiano Ciro Immobile y su familia simbolizan una tendencia mayor en todos los mercados futbolísticos. Refuerzan las preocupaciones planteadas en el Informe sobre la seguridad en el trabajo en el fútbol masculino de FIFPRO publicado en enero: dos tercios de los sindicatos nacionales consideraron que en los últimos años partes de la cultura de los aficionados "se han vuelto cada vez más violentas y abusivas" y el 98 por ciento de los sindicatos pidieron un mayor uso de la tecnología en los estadios para contrarrestar la tendencia, junto con otras medidas como el diálogo con los aficionados.
A principios de abril, FIFPRO Europa y el sindicato chipriota de jugadores PASP acogerán a una serie de expertos nacionales e internacionales bajo los auspicios de la Policía Nacional de Chipre para seguir debatiendo sobre la salud y la seguridad de los jugadores en el trabajo.
Informe 2023 sobre seguridad en el trabajo: el impacto de la violencia hacia los futbolistas en su lugar de trabajo
