- Raquel Rocky Rodríguez es una de las grandes futbolistas de la historia del fútbol femenino de Costa Rica
- La delantera habla con FIFPRO sobre el nuevo convenio de cuatro años firmado por ASOJUPRO, que iguala las condiciones de las selecciones masculina y femenina
- Integrante del Consejo Mundial de Futbolistas de FIFPRO, habla también de los beneficios conseguidos en la Copa Mundial Femenina 2023
Raquel Rodríguez es sinónimo de fútbol femenino en Costa Rica. Con 30 años, la delantera suma más de 100 partidos internacionales con la selección tica, además de una exitosa carrera en competiciones de clubes, que incluye ocho temporadas al máximo nivel en la NWSL de Estados Unidos.
Campeona de Liga en 2023 con Portland Thorns, hoy defendiendo los colores del Angel City, Raquel no sólo es una refeente en su país por su talento: también es parte del Consejo Mundial de Futbolistas de FIFPRO, por lo que es una voz autorizada en la defensa de los derechos de los y las futbolistas.
Su opinión tiene peso propio al abordar temas de conquistas de derechos, como las que lograron las futbolistas costarricenses en febrero: gracias a la negociación liderada por el sindicato local, ASOJUPRO, la selección femenina tendrá las mismas condiciones que la masculina durante los próximos cuatro años del proceso mundialista.
Esto quiere decir que el porcentaje de los premios, los viáticos, las condiciones de viaje y demás necesidades básicas para las futbolistas en su camino hacia la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2027 serán iguales a las que los hombres disfrutarán rumbo a la Copa Mundial de la FIFA 2026.
"El sentimiento de justicia, personalmente y estoy segura que también para las compañeras, es lo que más pesa", reflexiona Rocky para FIFPRO sobre un acuerdo pionero para la región.
"Como personas y también como deportistas es muy importante sentir que se valora lo que hacemos. Si nosotras por clasificar a la siguiente fase o a tal torneo o al mundial, traemos ingresos a la federación, lo justo es que se nos reconozca la justa parte".
"Simbólicamente es muy importante que se nos dé el lugar que merecemos, por el cual hemos luchado y por el cual muchas mujeres han luchado también en el pasado. Y llegar a este punto donde ambas partes tienen esa madurez, ese entendimiento mutuo de que el diálogo tiene que pasar, que la federación diga ‘sí, creemos que esto es justo’, es incluso hasta ejemplar".
"A mí no me gusta comparar hombres y mujeres porque entiendo las diferencias, pero cuando son tan abismales, una siente injusticia. Entonces yo siento satisfacción al saber que, aunque los montos no sean iguales aún, sí hay recompensa por representar al país, se reconoce el esfuerzo que estamos dando. Es justo para nosotras, es muy importante y trae motivación. De cierta forma, hace que el camino recorrido haya valido la pena".
El gran trabajo de ASOJUPRO coronó una lucha de varios años
El primer Mundial femenino de Raquel Rodríguez y Costa Rica fue en Canadá 2015. El segundo, el año pasado. Dos mundos diferentes. "¡El día y la noche!", en palabras de Raquel.
"Para empezar, nosotras fuimos sin ningún convenio con la federación. También fuimos creyendo que las cosas iban a cambiar en Costa Rica a partir de esa experiencia. Eso pasa muy seguido. Es como un comentario de Marta [la estrella brasileña], que dice que, por lograr objetivos, las jugadoras creemos que ya demostramos para que las cosas cambien. Pero no fue así".
Tuvieron que pasar siete años para que las internacionales costarricenses pudiesen recibir una retribución más acorde a su esfuerzo: en 2022 se firmó el primer acuerdo entre ASOJUPRO y la Federación Costarricense de Fútbol. Allí se sentaban bases parecidas para la selección femenina a las que figuran en el actual convenio, pero que sólo tuvieron validez por un año, hasta Australia/Nueva Zelanda 2023.
"ASOJUPRO ha sido lo mejor que le pudo haber pasado a los y las futbolistas en Costa Rica. De no ser por ellos jamás hubiéramos podido llegar a aquel acuerdo y a este", asegura Raquel.
Previo al primer documento, las seleccionadas habían querido conquistar derechos por su cuenta.
"Nosotras habíamos intentado tratar de negociar por nuestras vías y con ASOJUPRO no sabíamos que estábamos en sintonía hasta que empezamos a hablar. Era la pieza que estábamos buscando y que necesitábamos. Para eso existen las asociaciones, ellos son nuestra voz. La voz del colectivo".
"Una vez que entendimos eso nos pusimos a hablar y se generó esa confianza de que iban a luchar por nuestros derechos. Y fueron muy importantes porque ese primer acuerdo con la federación no se consiguió de la noche a la mañana, ¡pasaron semanas!"
Australia/Nueva Zelanda 2023, un hito para el fútbol femenino mundial
Rodríguez no solo vivió un final de proceso diferente rumbo a la cita en Oceanía: gracias a la acción colectiva de más de 150 futbolistas y FIFPRO ante la FIFA, la Copa Mundial Femenina 2023 marcó un antes y un después en la historia del fútbol al ofrecer una serie de condiciones equivalentes a los Mundiales masculinos, además de 110 millones de dólares en premios, 10 veces más que aquel lejano Canadá 2015.
Una razón por supuesto ha sido el contante en premios, 30.000 dólares de base para cada futbolista. "Vimos lo que significa para tantas jugadoras que no solemos recibir ese tipo de dinero", dice Raquel.
Pero más allá de ese ingreso, quedó impactada con las condiciones de viaje: "Fueron increíbles. Tal vez sea algo super básico para cualquier hombre futbolista o para las selecciones femeninas top. Yo sé que ellas viajan en primera clase. Pero nosotras nunca y estábamos impresionadas. ¡No se me hincharon los pies! ¡No sabía que eso era posible!"
"Fue un viaje larguísimo y yo llegué descansada. Pensaba ‘si viajo así, puedo llegar y entrenar’. Porque nosotras hemos tenido viajes a China o a Europa en los que viajamos en horarios muy difíciles. Y hay que jugar a los dos o tres días. Tenés jetlag. O durante el viaje tener un plato saludable, caliente, para comer. Y no tener que buscarlo yo antes de subirme al avión viendo qué restaurante hay disponible. Al final es tu cuerpo lo que utilizas para rendir y cada detalle es importante. Si el descanso o la alimentación no es buena, no es lo mismo. El viaje al Mundial fue un ‘game changer’, como le digo yo".
“Simbólicamente es muy importante que se nos dé el lugar que merecemos, por el cual hemos luchado y por el cual muchas mujeres han luchado también en el pasado.”
— por Raquel Rodríguez
Los próximos desafíos
Comprometida en lo que sucede en su país a nivel doméstico, Rodríguez cree que “la pregunta del millón” es cuál debe ser el próximo paso a dar por el fútbol femenino tico para desarrollarse.
“Es lo que estamos tratando de averiguar las personas involucradas en fútbol femenino. Qué es lo que tenemos que hacer para que la liga sea sostenible y competitiva. Hoy por hoy hay un equipo que se retiró del torneo y muchos otros están bajando la remuneración de las jugadoras. Ahi está la lucha. Cómo hacer para que haya una estructura y un orden”.
A nivel selección, la meta excede el ámbito local y tiene un alcance global.
“El convenio que nosotras firmamos con la federación contempla los mismos porcentajes en los premios que reciben los hombres y eso es un gran avance. Salvo selecciones como Estados Unidos y algunas otras, no hay muchas que lo tengan. Pero el monto que la FIFA o Concacaf entregan no son iguales. Y al final el dinero que nosotras recibimos no es igual, por lo que ese es el siguiente paso: que la FIFA y los entes organizadores de los torneos ofrezcan el mismo premio para hombres y para mujeres”.