Fake Agents Africa 3

Gift Saunyama: "El 'agente' ya no hablaba de fútbol, sino de dinero"

Historias de futbolistas

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Fake Agents Africa 3

Gift Saunyama es un futbolista profesional de Zimbabue. Compartió sus experiencias con FIFPRO en el marco de una campaña de sensibilización sobre las personas que se hacen pasar por agentes futbolísticos.

Por Gift Saunyama

Un agente se puso en contacto conmigo a través de Facebook y continuamos nuestro diálogo por correo electrónico. Yo publicaba regularmente sobre mi carrera profesional en Facebook, así que es posible que me encontrara por ese medio.  

Por aquel entonces jugaba en la Premier League de Zimbabue. El agente me dijo que había oído hablar de mí, que me había visto jugar. Dijo que me había conseguido una prueba en un club de Hong Kong.  

Me envió un documento. Parecía real y tenía mi nombre y las fechas de la prueba. Pude ver que era un documento escaneado. Me hizo mucha ilusión. Sin embargo, no hice nada y me desconecté durante un par de meses. 

Cuando volví a conectarme, volví a ponerme en contacto con él. Hablé de la oportunidad perdida, de que no reaccioné a su anterior propuesta. Y simplemente me organizó una nueva prueba. Eso volvió a entusiasmarme.  

Es muy tentador irse al extranjero si eres jugador en Zimbabue, estás deseando ir a otros países como Zambia o Sudáfrica.  

Al recordar las conversaciones que mantuve con el agente, ahora me doy cuenta de que no hice demasiadas preguntas. Yo era mucho más joven, tenía unos 25 años y me dejé llevar por la emoción. Nunca me hice las preguntas importantes: ¿no debería el agente intentar conocerme mucho mejor? ¿No deberían conocer mis planes sobre el juego? Solo preguntó: "¿Quieres jugar en una liga mejor? Si es así, envíame tus datos".  

Fake Agents Africa 1

La alarma saltó cuando empezó a hablar de dinero. Quería que hiciera un ingreso de 500 dólares estadounidenses en una cuenta para pagar el alojamiento y el viaje. En aquel momento no tenía tanto dinero. Los equipos de Zimbabue no pagan mucho, la mayoría tienen dificultades porque nuestra liga no está comercializada.  

Le dije que no tenía dinero pero siguió haciendo preguntas. ¿Cuánto dinero tienes? ¿Cuándo crees que podrás obtener el importe total? ¿Crees que alguien puede prestarte el dinero? 

Ya no hablaba de fútbol, solo de dinero. Estaba más preocupado por el dinero que por mí. Empecé a tener dudas. 

Si hubiera tenido el dinero, podría haberlo hecho. Pero no tenía dinero y no quería que me lo prestaran. 

Hablé de esto con otro jugador, que me contó su experiencia. Jugaba en un equipo de la Premier League sudafricana. Las cosas le fueron bastante bien, hasta que llegó un nuevo entrenador. Entonces, comenzó a jugar menos. 

Quería irse cedido a otro club. Lo habló con un agente, que le desaconsejó la cesión y le dijo que podía fichar por otro club. El agente le instó a que se desvinculara de su equipo, cosa que el jugador hizo. Pero después de que este jugador pagara al agente una cantidad para organizar el traslado al nuevo club, el agente dejó de responder a sus llamadas. De repente, el jugador se quedó sin club. 

Tras contarle mi historia, me aconsejó que dejara de trabajar con ese agente. Después de eso, ignoré todos los mensajes que el agente me envió.  

Desgraciadamente, muchos jugadores toman la decisión equivocada porque no tienen información sobre los agentes que se ponen en contacto con ellos. Tendemos a hacer estas cosas porque carecemos de conocimientos. Sobre todo si es la primera vez, uno aprovecha la oportunidad cuando alguien se acerca y a menudo tendemos a resolver estas cosas por nuestra cuenta. En África, a veces ni siquiera se lo cuentas a los demás porque no sabes hasta dónde está dispuesta a llegar una persona para que las cosas no te salgan bien.  

Sería bueno que los sindicatos visitaran los clubes para educar a los jugadores sobre este tema. Era la primera vez que un agente se dirigía a mí para irme al extranjero. Había estado en contacto con agentes locales, pero nunca me había sentado con ellos. No me gustaba cómo trabajaban y trataban a los jugadores. Nunca llamaban para preguntar qué querían los jugadores y cómo les iba, y no les ofrecían nada. Lo único que te decían es que podrían llevarte a otro equipo y quitarte el poco dinero que tenías. Solo están ahí cuando te va bien, nunca están ahí cuando necesitas ayuda.