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Pilares sindicales: María Florencia Chírico (Uruguay)

"Pilares sindicales" es una serie de entrevistas que pone el punto de mira en las personas de las asociaciones miembro de FIFPRO que se dedican a mejorar el bienestar de los y las futbolistas profesionales de su país.
María Florencia Chírico Poses habla de su trabajo jurídico con el sindicato uruguayo de jugadores MUFP, cómo se mantiene motivada como mujer que trabaja en la industria del fútbol y por qué la brasileña Marta es su heroína futbolística.
¿Cuál es tu cargo actual y tu formación?
Soy abogada y escribana. Desde 2017 trabajo como asesora legal en la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales. Mis principales responsabilidades tienen que ver con la defensa legal y el apoyo a los jugadores en diversas situaciones: desde asesoramiento contractual hasta conflictos laborales, salarios impagos o casos de discriminación. También participo activamente en la defensa y promoción de estos derechos ante la federación nacional. Es un trabajo muy dinámico, en el que no hay dos días iguales, y eso es precisamente lo que lo hace tan desafiante como gratificante.
¿Qué tema que afecte al bienestar de los y las futbolistas te apasiona más?
Una de las cuestiones que más me preocupan, tanto desde el punto de vista contractual como normativo, es el pago puntual y correcto de los salarios. Aunque ha habido mejoras importantes en los últimos años, en Uruguay -y yo diría que en gran parte de Sudamérica- sigue siendo un problema recurrente con el que lidiamos a diario.
También creo que abordar la salud mental es esencial. A menudo es invisible en la carrera de un futbolista, pero tiene un impacto directo en su calidad de vida, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Acabar con el estigma y crear espacios seguros y de apoyo para la atención emocional es una prioridad en nuestro trabajo diario.

¿Puedes compartir con nosotros uno de tus momentos de mayor orgullo o uno de tus logros como representante sindical?
Uno de los momentos más significativos para mí fue apoyar a un grupo de jugadores, nueve de los cuales fueron excluidos injustamente del primer equipo como represalia por plantear inquietudes acerca de sus condiciones de trabajo.
Fue un caso emotivo, no solo por la complejidad jurídica, sino también por la unidad y solidaridad mostradas por todo el equipo. Nuestro apoyo fue integral: jurídico, emocional y humano. Conseguimos justicia en términos formales, pero también creamos una fuerte sinergia tanto con los futbolistas afectados como con la plantilla en su conjunto. Son momentos como estos los que alimentan mi compromiso con el trabajo.
¿Quiénes son las mujeres -dentro o fuera del fútbol- que han inspirado tu trayectoria en este ámbito?
En el fútbol he tenido el privilegio de conocer a muchas mujeres inspiradoras -colegiadas, jugadoras y líderes- que perseveran a diario en entornos difíciles, haciéndose un hueco en un espacio que sigue estando profundamente dominado por los hombres. Fuera del fútbol me inspiran profundamente las mujeres activistas que han transformado con valentía y audacia estructuras históricamente desiguales. Admiro especialmente a las que abren camino mientras tienden la mano a otras por el camino.
¿Cómo mantienes la motivación como mujer en la industria del fútbol?
En los momentos de frustración me recuerdo a mí misma que cada paso adelante, por pequeño que sea, ayuda a abrir el camino a muchos otros. Me motiva el creciente número de mujeres en la industria del fútbol que comparten convicciones profundas y el hecho de que, aunque el progreso pueda parecer lento, el cambio se está produciendo. La acción colectiva y la creación de comunidades son fundamentales para mantener el rumbo.

¿Cuál es el tema emergente para los futbolistas que crees que hay que prestarle más atención?
Sin dudas la transición fuera del fútbol profesional. Muchos jugadores que han podido vivir del fútbol simplemente no están preparados, ni emocional ni económicamente, para el momento del final de sus carreras, que muchas veces llega antes de lo esperado. Desde MUFP estamos trabajando en la creación de un fondo de retiro que brinde a los futbolistass un apoyo económico digno, además de asistencia psicológica y social. Es un desafío urgente y necesario.
¿Cuál es tu recuerdo futbolístico favorito, ya sea como aficionada o representante sindical?
Como representante sindical uno de mis recuerdos más impactantes es la exitosa reforma del Estatuto del Futbolista uruguayo después de casi 14 años. La reforma garantizó nuevos derechos y aportó mejoras significativas en los salarios, las condiciones de trabajo y la protección jurídica. Este tipo de logros colectivos -los que tienen un impacto real y duradero- me emocionan mucho más que cualquier resultado deportivo.
¿Quién es tu heroína futbolística por excelencia y qué la hace especial?
Marta. No sólo por lo que ha conseguido en el campo, que es extraordinario, sino por el camino que ha tenido que recorrer para llegar hasta ahí. Marta procede de un entorno muy difícil, con pocos recursos, en un contexto en el que ser mujer y querer jugar al fútbol era casi impensable. Aun así persistió con una convicción admirable, derribando barreras y abriendo puertas a generaciones enteras.
Hoy es un ícono mundial y un modelo a seguir para miles de futbolistas, no sólo por su innegable talento, sino también por su lucha, su integridad y su voz. Marta no sólo juega, también representa. Eso es lo que la hace única.

Fuera del fútbol, ¿qué ha captado tu atención o interés últimamente?
Cada vez me interesa más la intersección entre los derechos humanos, los derechos laborales y el medio ambiente. Pensar en cómo podemos integrar la sostenibilidad en nuestras prácticas -incluso en el mundo del deporte- es un reto crucial. La crisis medioambiental es cada día más acuciante y creo que aún no estamos a la altura de los profundos cambios estructurales que necesitamos para revertirla.
FIFPRO celebra este año su 60º aniversario. ¿Qué te hace albergar esperanzas sobre el futuro de nuestro trabajo sindical, del fútbol y de las personas que lo practican?
Lo que me da esperanza es la nueva generación de futbolistas y dirigentes, más conscientes, más comprometidos y más dispuestos a desafiar estructuras que antes se aceptaban como "sólo parte del juego". Si podemos acompañar y reforzar esta transformación, el futuro del fútbol será más justo, inclusivo y saludable para los y las futbolistas y para quienes luchan por sus derechos.
