Seguridad en el lugar de trabajo

Todos merecen un lugar de trabajo seguro
Las necesidades de los y las futbolistas son ignoradas por una industria cada vez más exigente. Al igual que cualquier otro trabajador, jugadores y jugadoras deberían poder desarrollarse en un entorno libre de violencia, agresiones sexuales y discriminación.

Cómo FIFPRO y los sindicatos crean un lugar de trabajo más seguro
FIFPRO y los sindicatos de jugadores se dedican a identificar y erradicar todos los casos de amaño de partidos del fútbol. La aplicación Red Button de FIFPRO permite a los y las futbolistas denunciar de forma segura y anónima los intentos de amaño de partidos a las autoridades nacionales, como la policía y las unidades anticorrupción del gobierno.

El abuso y la violencia tienen repercusiones alarmantes: el 88% de los sindicatos afirmó que la amenaza de violencia provoca un bajo rendimiento de los jugadores, y el 83% señaló que contribuye a problemas de salud mental.
La discriminación por motivos de raza, género u orientación sexual, así como los abusos de poder, ocurren en el fútbol profesional. Los y las futbolistas deben conocer las estructuras existentes a través de los sindicatos que están ahí para apoyarlos.

Ante los preocupantes niveles de odio en línea dirigidos hacia los y las deportistas, que pueden tener un efecto perjudicial en su salud mental y su bienestar, la FIFPRO y los sindicatos de jugadores han colaborado con múltiples partes interesadas para combatir este problema global.

Si bien la globalización de la industria del fútbol ha abierto enormes oportunidades para futbolistas y clubes, también ha suscitado una creciente preocupación por la vulnerabilidad de los niños y jugadores y jugadoras jóvenes, que se enfrentan a riesgos y retos específicos en el contexto de ser víctimas de la trata.

FIFPRO aboga por la implantación de un sistema de protección para todos los jugadores y jugadoras que incluya formas seguras y eficaces de denunciar los abusos sexuales y asistencia en los procesos legales derivados.






