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Liga de Campeones femenina: futbolistas en la fase previa tienen otro trabajo para llegar a fin de mes

El éxito de la Liga de Campeones femenina en los últimos años ha sido evidente: convocatorias de más de 90.000 espectadores, ingresos récord y millones de visionados en streaming.
Pero mientras el crecimiento del fútbol femenino en Europa sigue acelerándose en las altas esferas, muchas futbolistas de las eliminatorias de la Liga de Campeones femenina siguen luchando por unas condiciones laborales básicas.
El año pasado, el club croata ZNK Osijek derrotó a las campeonas de Eslovaquia y la República de Irlanda antes de caer a manos del FC Twente holandés. A pesar de competir en la misma ronda con equipos de la talla del Real Madrid, la Roma y el Arsenal, a la postre campeón, las condiciones del Osijek no reflejaban las de un club de fútbol profesional.
"El sueldo no llega a 1.000 euros y la mayoría de las futbolistas trabajan en otros sitios -de camareras, limpiando cafeterías, entrenando a categorías inferiores- para sobrevivir al mes", explica una ex jugadora del Osijek que participó en la edición europea del año pasado.
"Cuando teníamos algún tipo de lesión grave, teníamos que cuidar de nosotras mismos, el club no tenía un fisio competente y no brindaba rehabilitación ni operación".
En otras palabras, aunque se espera que las jugadores cumplan las normas profesionales y se comporten como futbolistas profesionales, y bien podrían entrar en la definición de futbolista profesional del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA, estas condiciones de trabajo por debajo de las normas no proporcionan a las jugadoras un entorno de trabajo profesional.


