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Pilares sindicales: Anselmo Cardoso (Portugal)

"Pilares sindicales" es una serie de entrevistas que pone el punto de mira en las personas de las asociaciones miembro de FIFPRO que se dedican a mejorar el bienestar de los y las futbolistas profesionales de su país.
Anselmo Cardoso, vicepresidente del sindicato portugués de futbolistas SJPF, se adelanta a la Asamblea General de FIFPRO que se celebrará la próxima semana en Lisboa, Portugal .
¿Cuál es tu función actual y tu formación?
Soy ex futbolista profesional y actualmente ocupo el cargo de vicepresidente en la junta directiva del SJPF. Mi principal responsabilidad en el sindicato es coordinar los servicios educativos. Como director de Desarrollo de Jugadores (PDM), apoyo a los jugadores en la elección de los mejores itinerarios educativos y de desarrollo personal, ayudándoles a prepararse de antemano para sus transiciones profesionales.
Pasé muchos años jugando en la Liga portuguesa, así como en el extranjero, en Irán y Qatar, lo que me permitió comprender mejor los retos a los que se enfrentan los futbolistas en todo el mundo. Como siempre supe que tendría que labrarme una carrera más allá del fútbol, utilicé mi tiempo libre para invertir en educación: me licencié en Educación y Deportes durante mi etapa en la Liga Portuguesa y más tarde completé un posgrado.
Tras incorporarme al sindicato como delegado de jugadores, cursé un máster en Entrenamiento Deportivo y el curso PDM, una iniciativa desarrollada por el sindicato en colaboración con la universidad portuguesa ISCTE. Hoy viajo por todo el país reuniéndome con los equipos, compartiendo información sobre los servicios del sindicato y poniendo como ejemplo mi propia trayectoria. Mi misión es comprender las necesidades de los jugadores y ofrecerles el mejor apoyo posible.
¿Qué tema que afecte al bienestar de los futbolistas te apasiona más?
Entre las distintas áreas en las que trabajamos, diría que la salud mental, el bienestar de los jugadores y la transición profesional son las que más me apasionan, no sólo porque están relacionadas con mis propias experiencias y conocimientos, sino también porque, aunque el apoyo ha mejorado en comparación con cuando yo era jugador, sigue habiendo muchos retos en estas áreas.
Creo en un enfoque multidisciplinar: la educación, la orientación profesional, el apoyo psicológico y los conocimientos financieros son esenciales para el desarrollo tanto del individuo como del jugador. A menudo me encuentro con jugadores que luchan contra la presión, la incertidumbre de las lesiones o la preocupación por sus contratos y su futuro. Con la red y el apoyo adecuados, estos problemas pueden mitigarse. Por eso acepté el reto de unirme a la junta del sindicato: tenemos que defender políticas que protejan el desarrollo y el bienestar de los jugadores.

¿Puedes compartir con nosotros uno de sus momentos de mayor orgullo o uno de tus logros como representante sindical?
Mis momentos de mayor orgullo son siempre cuando formo parte de nuestros logros colectivos como equipo. El trabajo que el sindicato ha realizado para apoyar la educación y el desarrollo de los jugadores, y para reforzar el papel de los futbolistas dentro de nuestra industria futbolística nacional, goza de un amplio reconocimiento. Cada vez son más los ex futbolistas que ocupan puestos en las estructuras de los clubes o puestos directivos en diversas organizaciones.
Fue el trabajo pionero llevado a cabo por el sindicato, incluida la lucha contra los impagos y la mejora de la estabilidad contractual y financiera de los jugadores, lo que nos dio la base para centrarnos e invertir en la educación y el desarrollo personal de los jugadores.
¿Hay alguien en el mundo sindical o en el deporte en general que te inspire?
Hay dos jugadores que siempre merecerán mi homenaje por el impacto que han tenido en el mundo del fútbol: Jean-Marc Bosman y, más recientemente, Lassana Diarra.
Cristiano Ronaldo, capitán de nuestra selección nacional, es un ejemplo y una inspiración que va mucho más allá del fútbol: un símbolo que motiva a generaciones y encarna la dedicación, la solidaridad y el respeto. Como representante sindical, también me siento profundamente inspirado por nuestro Presidente, Joaquim Evangelista, que lleva casi dos décadas luchando por los derechos de los jugadores en circunstancias muy difíciles. Siento el máximo respeto por todo lo que ha ayudado a conseguir para los jugadores en Portugal.

¿Cuál es tu mejor recuerdo futbolístico hasta la fecha?
A pesar de haber jugado al más alto nivel, mis recuerdos futbolísticos más felices provienen de mis primeros tiempos: cuando era niño y soñaba con ser futbolista, jugaba con amigos en la calle, utilizando piedras como porterías y, a veces, dando patadas a una lata en lugar de a un balón. Los niños de mi generación no necesitaban mucho para disfrutar del juego.
A nivel profesional, nunca me voy a olvidar de mi primer partido oficial con el SC Torreense, el club de mi ciudad natal. Escuchar el himno del club al entrar en el campo fue un momento inolvidable, lleno de orgullo. También guardo un grato recuerdo de mi primera experiencia en el extranjero, en Irán, donde me impresionó la increíble pasión y pureza del apoyo de los aficionados. Su amor por el fútbol era incondicional, independientemente de los resultados del equipo. Ser testigo de esa devoción me dio un nuevo aprecio por el fútbol.
Si pudieras cambiar algo en el fútbol, ¿qué sería?
Yo cambiaría el papel del jugador dentro de la industria del fútbol. Sin jugadores no hay fútbol, pero algunas decisiones políticas siguen yendo en contra de sus derechos y su bienestar.
También me gustaría ver una mayor solidaridad entre futbolistas de distintos orígenes económicos y sociales, y unos sindicatos más fuertes para garantizar que se respetan y valoran los intereses de todos los jugadores.
Otro cambio importante sería abordar la cultura de agresión y violencia dirigida a jugadores, árbitros y aficionados. Tenemos que empezar por educar a los padres, animando a sus hijos sin presionarlos. El deporte debe promover un entorno seguro, respetuoso y saludable a todos los niveles, desde la base hasta el fútbol profesional.

FIFPRO celebrará su 60 aniversario en 2025. ¿Qué significa formar parte de un sindicato mundial?
Para mí es un honor y una responsabilidad. Significa pertenecer a una vasta red que amplifica las voces de los futbolistas de todo el mundo. FIFPRO comparte las mejores prácticas y ofrece solidaridad transnacional para abordar nuestros retos comunes, ayudando a los futbolistas que se enfrentan a condiciones precarias y a una movilidad constante, defendiendo los derechos laborales y promoviendo la protección social.
El alcance global de FIFPRO nos brinda la oportunidad de debatir cuestiones clave con partes interesadas internacionales como la FIFA y la UEFA, y de influir en las políticas que configuran el fútbol en todo el mundo. Estoy orgulloso de contribuir a esta causa, no sólo en beneficio de los jugadores de hoy, sino también para proteger y mejorar las condiciones de las generaciones futuras. Sesenta años es algo más que un hito: representa la preservación y la continuación de un legado extraordinario.
¿En qué esperas que los sindicatos se unan más para dar forma al futuro del fútbol para los y las futbolistas?
Espero ver más cooperación entre los sindicatos, en tres frentes: proteger los derechos laborales (contratos justos, seguridad social y sistemas de resolución de conflictos más rápidos y eficaces), desarrollar programas de transición y educativos (carreras duales, educación financiera y espíritu empresarial) y ofrecer soluciones para proteger la salud mental y el bienestar. El movimiento sindical también debe garantizar la inclusión y la representación, asegurando que se escuchen las voces de los jugadores de todos los niveles y procedencias. Tenemos que permanecer unidos, comunicarnos con eficacia e intervenir en los momentos adecuados para lograr un impacto duradero.
¿Cuál es tu mensaje antes de que Portugal reciba la Asamblea General de FIFPRO?
Me gustaría comenzar dando una calurosa bienvenida a todos los miembros de FIFPRO. Estamos muy contentos de acoger este congreso mundial en Portugal, especialmente en una ocasión tan significativa: El 60 aniversario de FIFPRO. Nuestro equipo está haciendo todo lo posible para garantizar que sea un acontecimiento memorable para todos.
Estoy seguro de que será un momento especial para todos nuestros invitados: una reunión mundial en la que situaremos a los jugadores en el centro de la toma de decisiones, intercambiaremos valiosas experiencias y reforzaremos nuestra acción colectiva. Lisboa ha acogido muchos grandes eventos futbolísticos a lo largo de los años, pero esta Asamblea General será realmente única y una oportunidad para honrar a diferentes generaciones de jugadores y celebrar sus contribuciones al juego.
